Todos y cada uno de los gremios citados en el titulo forman parte de un todo llamado sociedad, no obstante pertenecer a un grupo específico de interés; de tal suerte, el ejercicio básico de la comunicación política sigue siendo el mismo; propiciar el correcto flujo de información entre ciudadanos.
Lo que sí es un hecho, es que en condiciones ideales, cada uno de estos públicos especializados, debería contar con estrategias y recursos de comunicación, que les ayudaran a alcanzar en forma más ágil el logro de sus objetivos particulares.
Pero, hagamos una revisión puntual de cada una de estas organizaciones y auxiliados con algunos postulados teóricos revisemos su estado actual en nuestro país contra lo que debería ser o lo que está sucediendo en el contexto internacional.
Partidos Políticos.- Los partidos políticos son instituciones de derecho público, y una de las expresiones democráticas de ejercer el poder público. Los partidos políticos tienen la necesidad de establecer relaciones cordiales con los distintos grupos que conforman la sociedad. En este sentido, necesitan desarrollar estrategias de comunicación tanto con sus afiliados como con otros actores de la más variada y diversa gama: Políticos, económicos, religiosos, deportivos, culturales, sindicales, etc.
La comunicación constituye el principal soporte que da vida y dinamiza la actividad de las organizaciones políticas. Aquí radica la importancia que tiene en la dinámica interna y externa de éstas. Empatar las demandas ciudadanas con una política general de comunicación que, además de generar simpatías y nuevos afiliados a las organizaciones, constituya una efectiva herramienta para solucionar dichas demandas, convirtiendo las necesidades en satisfactores, las debilidades en fortalezas y las amenazas en brillantes oportunidades, constituye uno de los mayores retos de los partidos políticos.
En sociedades con mucha tradición democrática han sido los partidos políticos los abanderados de grandes cambios sociales, fortaleciendo la participación ciudadana en la solución de los problemas nacionales, generando de esta manera un mayor espacio para el crecimiento y consolidación de la opinión pública cuyo poder es capaz de transformar una nación entera. Pero también es una gran verdad que los partidos políticos que más han penetrado en la opinión pública son aquellos que mantienen un constante flujo de comunicación con los diferentes públicos que integran la sociedad; en este sentido, han implementado una estrategia de comunicación interna y externa, dando cuenta de todos sus actos de trascendencia pública. Este es quizá uno de sus mayores secretos de éxito: abrirse a la opinión pública sin mayores restricciones.
En fechas recientes, es notable el trabajo desarrollado por los partidos políticos de Centro Izquierda en algunos países de Europa, donde han abanderado causas sensibles sobre todo para las minorías, en algunos casos abriendo brecha a la discusión pública de temas tabúes, en otras ocasiones elevando proyectos de ley vanguardistas que modifican el rostro de las naciones.
La demanda de atención a tantos y tan diferentes públicos, ha propiciado la creación de áreas completas de prospectiva y comunicación al interior de los institutos políticos para diseñar y captar la intención de voto de públicos que tradicionalmente no acompañan su propuesta política; uno de los casos más evidentes es el de la pasada elección presidencial de Estados Unidos, donde las redes sociales (twitter, facebook, etc.) se constituyeron como un importante soporte de redes reales de financiamiento sobre todo en la campaña del Senador Obama.
En nuestro país, lamentablemente los partidos políticos están lejos de operar con estrategias y técnicas de comunicación acordes a los tiempos; largos años de cacicazgos y malas prácticas hicieron escuela no solo en el partido oficial, sino en el resto de los partidos que crearon una generación de “políticos prácticos” y carentes de imaginación, que buscan en forma burda el ejercicio de poder, sin contemplar los intereses de los ciudadanos; lo que en nuestro país se ha llamado la “partidocracia”.
Si la fórmula se cumple, el alejamiento de la base social, llevará a todos estos institutos políticos a una irremediable quiebra; cabe destacar que en todos los casos los partidos cuentan con institutos de capacitación política, que más bien se enfocan en instruir a sus alumnos en las lagunas de ley electoral y las formas de violentar o impugnar elecciones.
Empresarios.- En sociedades democráticas y maduras, la clase empresarial representa un importante eslabón en la cadena de valor de la nación; son individuos que arriesgan su capital en una actividad económica, que además de producirles ganancias, coadyuvan al desarrollo de un país, al generar empleos e incidir favorablemente en la economía, en algunos casos hasta exportando, en términos generales gozan de buena reputación.
También en este tipo de sociedades se tienen muy claros los roles, el político es profesional y el empresario también, por lo que difícilmente el empresario incursiona en la política o el político en los negocios.
No obstante, los empresarios gozan de amplia presencia en los círculos de poder e inciden o tratan de hacerlo en las grandes decisiones de las naciones; los grandes corporativos internacionales, pagan a especialistas en comunicación para cabildear con congresistas y altos funcionarios, para empujar leyes o tratar de detenerlas según convenga a sus intereses, esta actividad es de alto riesgo por lo delicado de las formas, que en muchos casos se parecen al soborno.
Esta actividad inició en sus países de origen y estas mismas firmas incursionaron en las diversas naciones donde el corporativo tiene intereses. En muchos casos los cabildeos sobre determinado tema, abrieron la sensibilidad de las empresas, que a partir de entonces invirtieron en causas sociales, más allá de su objetivo inicial de generar ganancias.
En nuestro país, el sistema político lamentablemente siempre reservó espacios en los puestos de elección popular para los representantes de la clase empresarial, como una forma de garantizar sus intereses en el congreso o bien desde la gubernatura de un estado.
Llegó un momento en que no se podía distinguir entre clase política y clase empresarial porque simplemente eran los mismos, con la perversión que implicaba el ser juez y parte; ya que no pocas empresas propiedad de políticos se vieron favorecidas con licitaciones, asignaciones de obra y compras en un claro abuso de poder, en detrimento de los verdaderos empresarios.
Otra de las irregularidades, es que en nuestro país las empresas de “lobbing”, reclutan a políticos que hasta hace algunos meses trabajaban en la defensa de las iniciativas de ley por parte del gobierno y en cuanto terminan su administración pasan a las filas de la iniciativa privada, con un amplio conocimiento de los puntos débiles de las iniciativas del gobierno.
Finalmente decir que en el área que se registra más avance es en el que tiene que ver con la acción social, en que diversas empresas han incursionado para invertir recursos y así coadyuvar en la solución de problemas no atendidos por los distintos niveles de gobiernos, ya sea en infraestructura regional, atención a problemas de salud pública o inversión en tecnologías de la información en beneficio de la población.
Sindicatos.- Un sindicato consiste en una asociación de miembros de una misma industria que se unen para poder negociar de manera más eficiente lo relativo a su salario, horas a trabajar y condiciones laborales en general. Son especialmente útiles en aquellos gremios donde por motivos prácticos no es posible negociar de manera individual con el empleador (en ámbitos donde hay gran cantidad de personal contratado para una determinada labor). Un sindicato puede ser práctico en cualquier ámbito laboral, sin importar el nivel de ingresos de sus participantes.
El movimiento sindical es muy efectivo “hacia el adentro” en el uso de la comunicación directa, de la oralidad, de la dramaturgia del discurso, de la retórica.
* Los problemas de la comunicación en el sindicalismo son:
- Se comprende a la comunicación como propaganda.
- Los sindicatos no tienen política de comunicación.
- Se trabaja sobre la idea de “voluntarismo”, no es una actividad profesional. Los directivos sindicales no comprenden el rol de la comunicación en la acción pública y política. No se acepta la contratación de expertos en comunicación.
- Pareciese que la comunicación es un fin en sí misma.
- Excesivo énfasis en lo escrito/alfabetización: Los medios más usados son los escritos: Periódicos, boletines, afiches.
- Diseño gráfico pobre y fuera de época.
- Sólo se trabaja sobre el eje de la información.
- Exceso de publicaciones.
OBJETIVOS DE LA COMUNICACIÓN POLÍTICA EN LOS SINDICATOS
* Trabajar con las directivas sindicales para establecer “el lugar de la comunicación” en el movimiento sindical, las directivas deben comprender (i) el valor político de la comunicación, (ii) la importancia de diseñar una política de comunicación sindical, (iii) la necesidad de contratar profesionales de la comunicación, (iv) la necesidad de asignar mejores presupuestos a la comunicación.
* Transformar las percepciones construidas que tiene la sociedad sobre el sindicalismo: Dejar de ser el problema para pasar a ser la solución.
* Crear una identidad para el movimiento sindical que, a su vez, afirme los valores de la cultura sindical y promueva nuevos modos de pacto social y nuevos vínculos de confianza.
* Clarificar la intencionalidad (los motivos) que se tiene para pasar por los medios de comunicación y participar en la agenda pública. No siempre es bueno salir en los medios masivos.
*”Dignificar” al afiliado, generarle “prestigio” a la organización sindical para que el afiliado se sienta orgulloso de participar.
* Comunicar de manera diferente para cada una de las audiencias a las que se dirige el movimiento sindical: organización sindical, sociedad, medios de comunicación, políticos.
*Conectarse con el movimiento (hacia adentro), untarse con otros que están en el mismo horizonte político (trabajo en red), y encontrarse con las necesidades de la sociedad (hacia fuera).
* Hacer uso de estrategias de marketing para brindar valor agregado a los afiliados; p.e., tarjeta de cultura y descuentos.
Existen grandes referentes en la historia universal que muestran lo importante que puede llegar a ser un sindicato en la vida de un país; tal vez un caso emblemático sea el del Sindicato Solidaridad, que en la persona de Lech Walesa, llevó hasta la presidencia de Polonia las demandas de un pueblo. Otro ejemplo es el que tiene que ver con el sindicalismo brasileño, que también logró impulsar a su dirigente Luis Ignacio Lula hasta la máxima posición de la nación.
En nuestro país, después de un amplio activismo post-revolucionario, la actividad sindical se ha desfigurado; entre sus grandes excesos y las políticas gubernamentales hoy queda muy poco de aquel gran sector capaz de incidir en las decisiones nacionales.
Ejemplos lamentables como el del Sindicato Nacional de Maestros, Sindicatos de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, Sindicato Mexicano de Electricistas, por citar solo algunos; han contribuido a la debacle y pésima imagen gremial ante la opinión pública.
Líderes con más de treinta años en el cargo, prácticas gansteriles, intercambio y venta de posiciones políticas y una nula política de comunicación han cavado de a poco la tumba de estas organizaciones.
Lo que sí es un hecho, es que en condiciones ideales, cada uno de estos públicos especializados, debería contar con estrategias y recursos de comunicación, que les ayudaran a alcanzar en forma más ágil el logro de sus objetivos particulares.
Pero, hagamos una revisión puntual de cada una de estas organizaciones y auxiliados con algunos postulados teóricos revisemos su estado actual en nuestro país contra lo que debería ser o lo que está sucediendo en el contexto internacional.
Partidos Políticos.- Los partidos políticos son instituciones de derecho público, y una de las expresiones democráticas de ejercer el poder público. Los partidos políticos tienen la necesidad de establecer relaciones cordiales con los distintos grupos que conforman la sociedad. En este sentido, necesitan desarrollar estrategias de comunicación tanto con sus afiliados como con otros actores de la más variada y diversa gama: Políticos, económicos, religiosos, deportivos, culturales, sindicales, etc.
La comunicación constituye el principal soporte que da vida y dinamiza la actividad de las organizaciones políticas. Aquí radica la importancia que tiene en la dinámica interna y externa de éstas. Empatar las demandas ciudadanas con una política general de comunicación que, además de generar simpatías y nuevos afiliados a las organizaciones, constituya una efectiva herramienta para solucionar dichas demandas, convirtiendo las necesidades en satisfactores, las debilidades en fortalezas y las amenazas en brillantes oportunidades, constituye uno de los mayores retos de los partidos políticos.
En sociedades con mucha tradición democrática han sido los partidos políticos los abanderados de grandes cambios sociales, fortaleciendo la participación ciudadana en la solución de los problemas nacionales, generando de esta manera un mayor espacio para el crecimiento y consolidación de la opinión pública cuyo poder es capaz de transformar una nación entera. Pero también es una gran verdad que los partidos políticos que más han penetrado en la opinión pública son aquellos que mantienen un constante flujo de comunicación con los diferentes públicos que integran la sociedad; en este sentido, han implementado una estrategia de comunicación interna y externa, dando cuenta de todos sus actos de trascendencia pública. Este es quizá uno de sus mayores secretos de éxito: abrirse a la opinión pública sin mayores restricciones.
En fechas recientes, es notable el trabajo desarrollado por los partidos políticos de Centro Izquierda en algunos países de Europa, donde han abanderado causas sensibles sobre todo para las minorías, en algunos casos abriendo brecha a la discusión pública de temas tabúes, en otras ocasiones elevando proyectos de ley vanguardistas que modifican el rostro de las naciones.
La demanda de atención a tantos y tan diferentes públicos, ha propiciado la creación de áreas completas de prospectiva y comunicación al interior de los institutos políticos para diseñar y captar la intención de voto de públicos que tradicionalmente no acompañan su propuesta política; uno de los casos más evidentes es el de la pasada elección presidencial de Estados Unidos, donde las redes sociales (twitter, facebook, etc.) se constituyeron como un importante soporte de redes reales de financiamiento sobre todo en la campaña del Senador Obama.
En nuestro país, lamentablemente los partidos políticos están lejos de operar con estrategias y técnicas de comunicación acordes a los tiempos; largos años de cacicazgos y malas prácticas hicieron escuela no solo en el partido oficial, sino en el resto de los partidos que crearon una generación de “políticos prácticos” y carentes de imaginación, que buscan en forma burda el ejercicio de poder, sin contemplar los intereses de los ciudadanos; lo que en nuestro país se ha llamado la “partidocracia”.
Si la fórmula se cumple, el alejamiento de la base social, llevará a todos estos institutos políticos a una irremediable quiebra; cabe destacar que en todos los casos los partidos cuentan con institutos de capacitación política, que más bien se enfocan en instruir a sus alumnos en las lagunas de ley electoral y las formas de violentar o impugnar elecciones.
Empresarios.- En sociedades democráticas y maduras, la clase empresarial representa un importante eslabón en la cadena de valor de la nación; son individuos que arriesgan su capital en una actividad económica, que además de producirles ganancias, coadyuvan al desarrollo de un país, al generar empleos e incidir favorablemente en la economía, en algunos casos hasta exportando, en términos generales gozan de buena reputación.
También en este tipo de sociedades se tienen muy claros los roles, el político es profesional y el empresario también, por lo que difícilmente el empresario incursiona en la política o el político en los negocios.
No obstante, los empresarios gozan de amplia presencia en los círculos de poder e inciden o tratan de hacerlo en las grandes decisiones de las naciones; los grandes corporativos internacionales, pagan a especialistas en comunicación para cabildear con congresistas y altos funcionarios, para empujar leyes o tratar de detenerlas según convenga a sus intereses, esta actividad es de alto riesgo por lo delicado de las formas, que en muchos casos se parecen al soborno.
Esta actividad inició en sus países de origen y estas mismas firmas incursionaron en las diversas naciones donde el corporativo tiene intereses. En muchos casos los cabildeos sobre determinado tema, abrieron la sensibilidad de las empresas, que a partir de entonces invirtieron en causas sociales, más allá de su objetivo inicial de generar ganancias.
En nuestro país, el sistema político lamentablemente siempre reservó espacios en los puestos de elección popular para los representantes de la clase empresarial, como una forma de garantizar sus intereses en el congreso o bien desde la gubernatura de un estado.
Llegó un momento en que no se podía distinguir entre clase política y clase empresarial porque simplemente eran los mismos, con la perversión que implicaba el ser juez y parte; ya que no pocas empresas propiedad de políticos se vieron favorecidas con licitaciones, asignaciones de obra y compras en un claro abuso de poder, en detrimento de los verdaderos empresarios.
Otra de las irregularidades, es que en nuestro país las empresas de “lobbing”, reclutan a políticos que hasta hace algunos meses trabajaban en la defensa de las iniciativas de ley por parte del gobierno y en cuanto terminan su administración pasan a las filas de la iniciativa privada, con un amplio conocimiento de los puntos débiles de las iniciativas del gobierno.
Finalmente decir que en el área que se registra más avance es en el que tiene que ver con la acción social, en que diversas empresas han incursionado para invertir recursos y así coadyuvar en la solución de problemas no atendidos por los distintos niveles de gobiernos, ya sea en infraestructura regional, atención a problemas de salud pública o inversión en tecnologías de la información en beneficio de la población.
Sindicatos.- Un sindicato consiste en una asociación de miembros de una misma industria que se unen para poder negociar de manera más eficiente lo relativo a su salario, horas a trabajar y condiciones laborales en general. Son especialmente útiles en aquellos gremios donde por motivos prácticos no es posible negociar de manera individual con el empleador (en ámbitos donde hay gran cantidad de personal contratado para una determinada labor). Un sindicato puede ser práctico en cualquier ámbito laboral, sin importar el nivel de ingresos de sus participantes.
El movimiento sindical es muy efectivo “hacia el adentro” en el uso de la comunicación directa, de la oralidad, de la dramaturgia del discurso, de la retórica.
* Los problemas de la comunicación en el sindicalismo son:
- Se comprende a la comunicación como propaganda.
- Los sindicatos no tienen política de comunicación.
- Se trabaja sobre la idea de “voluntarismo”, no es una actividad profesional. Los directivos sindicales no comprenden el rol de la comunicación en la acción pública y política. No se acepta la contratación de expertos en comunicación.
- Pareciese que la comunicación es un fin en sí misma.
- Excesivo énfasis en lo escrito/alfabetización: Los medios más usados son los escritos: Periódicos, boletines, afiches.
- Diseño gráfico pobre y fuera de época.
- Sólo se trabaja sobre el eje de la información.
- Exceso de publicaciones.
OBJETIVOS DE LA COMUNICACIÓN POLÍTICA EN LOS SINDICATOS
* Trabajar con las directivas sindicales para establecer “el lugar de la comunicación” en el movimiento sindical, las directivas deben comprender (i) el valor político de la comunicación, (ii) la importancia de diseñar una política de comunicación sindical, (iii) la necesidad de contratar profesionales de la comunicación, (iv) la necesidad de asignar mejores presupuestos a la comunicación.
* Transformar las percepciones construidas que tiene la sociedad sobre el sindicalismo: Dejar de ser el problema para pasar a ser la solución.
* Crear una identidad para el movimiento sindical que, a su vez, afirme los valores de la cultura sindical y promueva nuevos modos de pacto social y nuevos vínculos de confianza.
* Clarificar la intencionalidad (los motivos) que se tiene para pasar por los medios de comunicación y participar en la agenda pública. No siempre es bueno salir en los medios masivos.
*”Dignificar” al afiliado, generarle “prestigio” a la organización sindical para que el afiliado se sienta orgulloso de participar.
* Comunicar de manera diferente para cada una de las audiencias a las que se dirige el movimiento sindical: organización sindical, sociedad, medios de comunicación, políticos.
*Conectarse con el movimiento (hacia adentro), untarse con otros que están en el mismo horizonte político (trabajo en red), y encontrarse con las necesidades de la sociedad (hacia fuera).
* Hacer uso de estrategias de marketing para brindar valor agregado a los afiliados; p.e., tarjeta de cultura y descuentos.
Existen grandes referentes en la historia universal que muestran lo importante que puede llegar a ser un sindicato en la vida de un país; tal vez un caso emblemático sea el del Sindicato Solidaridad, que en la persona de Lech Walesa, llevó hasta la presidencia de Polonia las demandas de un pueblo. Otro ejemplo es el que tiene que ver con el sindicalismo brasileño, que también logró impulsar a su dirigente Luis Ignacio Lula hasta la máxima posición de la nación.
En nuestro país, después de un amplio activismo post-revolucionario, la actividad sindical se ha desfigurado; entre sus grandes excesos y las políticas gubernamentales hoy queda muy poco de aquel gran sector capaz de incidir en las decisiones nacionales.
Ejemplos lamentables como el del Sindicato Nacional de Maestros, Sindicatos de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, Sindicato Mexicano de Electricistas, por citar solo algunos; han contribuido a la debacle y pésima imagen gremial ante la opinión pública.
Líderes con más de treinta años en el cargo, prácticas gansteriles, intercambio y venta de posiciones políticas y una nula política de comunicación han cavado de a poco la tumba de estas organizaciones.