viernes, 26 de marzo de 2010

TEMA 3.1 LA COMUNICACIÓN POLÍTICA EN EL ENTORNO DEMOCRÁTICO


La historia universal registra incontables excesos y arbitrariedades por parte de regímenes autoritarios, entre los que destacan los liderados por militares, las monarquías y desde luego los que estuvieron a cargo del clero.
No son pocas las historias de terror y muerte derivadas de estas formas de gobierno. En un contexto de tales características, una de las primeras víctimas es la libertad de expresión de los ciudadanos; en un permanente esfuerzo por perpetuarse en el poder, los grupos a cargo del gobierno, o los caciques y dictadores, diseñan todo un aparato de estado que restrinja y persiga la comunicación entre ciudadanos.
Y si las libertades individuales son acotadas, desde luego que es imposible pensar en una prensa libre con posibilidades de crítica y denuncia hacia el gobierno, o que se erija en portavoz de las demandas de un pueblo.
Es con la llegada de los grandes pensadores griegos que se inicia una forma estructurada de pensamiento, donde la ciencia, la cultura y las inquietudes derivadas de la reflexión profunda de los problemas adquieren forma en una disciplina llamada democracia. La democracia es la piedra fundacional de una ya larga cadena de libre pensadores, que en distintas épocas de nuestra civilización, han aportado sus reflexiones e incluso sus acciones revolucionarias en pro de sus pueblos y algunos casos del resto de la humanidad.
Es por ello que a la democracia se le considera el espacio natural de la comunicación política, en un contexto abierto a la crítica y garante de las libertades indispensables de todo ser humano. Una de las grandes y atractivas características de la democracia, es que, aunque cuenta con postulados universales, es adaptable a cada caso; es decir que cada pueblo puede adaptarla a sus formas y costumbres siempre y cuando estas no tengan tendencias autoritarias.
La Comunicación Política juega un papel muy importante para el desarrollo de la democracia, el cual consiste en evitar la reclusión del debate político en sí mismo, identificar problemas nuevos, favorecer su integración en los debates políticos, y nunca perder de vista a los tres actores del proceso de comunicación política (opinión pública, medios de comunicación y políticos) donde es preciso señalar que estos interactúan en el espacio público o esfera pública; donde presentan e incorporan demandas de la sociedad.
Pero esto no siempre fue así, la propia democracia es perfectible; la democracia al paso del tiempo registra una evolución en sus formas y objetivos, dado que ha ganado espacios (en algún momento impensables), es que cada determinado tiempo reajusta sus objetivos.
Una de las primeras acciones del pueblo estadounidense después de lograr su independencia, fue prohibir a su gobierno de privar a sus ciudadanos de la libertad de palabra o prensa, este deseo y mandato del pueblo, fue recuperado por sus nuevos líderes en un claro ejercicio de comunicación política, y fue consagrado en la ya famosa primera enmienda a su Constitución.
Una democracia se moderniza cuando todos sus integrantes tengan acceso a opiniones múltiples y la posibilidad de hacer escuchar su voz; en una época donde cada vez es más difícil acceder a entrevistas cara a cara, se privilegia el uso de los medios masivos de comunicación, de ahí la enorme importancia y trascendencia que estos han adquirido y que en algunos casos sobrepasa la de los propios gobiernos.
Para algunos ya se ha caído en un exceso de democracia; sin embrago es obligación de las nuevas generaciones de pensadores y en especial de cientistas sociales incluidos los comunicólogos, el diseñar y proponer diferentes estrategias de comunicación que posibiliten que ese esquema básico de intercomunicación entre los tres actores de la comunicación política, siga funcionando y si es de una forma equilibrada, mucho mejor.
Se dice que la independencia de un pueblo equivale a la independencia de sus medios de comunicación y también se menciona que la comunicación integral debe partir de la opinión pública y no de lo que el gobierno quiera convencer al pueblo de su propia realidad; es decir, los postulados ubicándolos en tiempo y espacio siguen siendo los mismos.
Más allá de centrarse en las críticas, nuestra obligación ahora radica en conocer y comprender los nuevos roles de ciudadanos, medios y políticos para estar en posibilidad de proponer. A las demandas tradicionales que tenía comunicación política ahora se le suman las de garantizar la transparencia y rendición de cuentas ya no solo de sus gobiernos, sino también de los grandes corporativos multinacionales que inciden en la vida de las naciones.
Así mismo, la de conocer y entender todo un circuito alternativo de “prensa libre” que se da a través de internet, que nos ha dotado a muchos de instrumentos de comunicación (chat, blog, radio, video, e-mail) invaluable y de alcance internacional, pero no necesariamente nos dotó de la mesura y responsabilidad para utilizarlos.

6 comentarios:

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  3. JHON BERGER EN
    LOS SIONICOS NO SIRVEN PARA ESTE OFICIO
    SOBRE EL BUEN PERIODISMO.


    “Tengo una hija, Katia, que se casó con un griego y vive en Atenas. Hace cinco días recibí una carta suya en que me explicaba una breve historia. También en Grecia hubo una riada, como en Italia, aunque de dimensiones más modestas. Pero ante de la riada, dice Katia en su carta, Atenas fue el teatro de otra tragedia, mucho más íntima, de identidad mucho menor, una tragedia que no encontró su espacio en la prensa internacional. El conductor del autobús de la línea 222, que mi hija coge cada mañana para ir a trabajar, perdió el control y el vehículo, después de haber ido dando bandazos hasta el otro lado de la calle, embistió a un grupo de personas que esperaban en la parada, principalmente estudiantes que se dirigían a la universidad. Nueve de ellos resultaron muertos, aplastados por el autobús, y muchos otros sufrieron heridas, algunos de gravedad, y fueron trasladados al hospital. Al día siguiente, Katia cogió el autobús 222, bajó en la parada de siempre, aquella en la que había ocurrido el accidente, y vio a un grupo de tres o cuatrocientos ancianos que hablaban apasionadamente y con gran excitación, la clase de personas que se ven habitualmente sentadas en un bar, jugando a caratas o al backgammon. Pero esa mañana estaban todos en la calle. Mi hija pensó que se estaba celebrando alguna asamblea o una clase de manifestación, quizá por los recortes en la pensiones. En cambio, se trataba de algo muy distinto: aquellas personas estaban reunidas para discutir y comentar el accidente del día anterior. Uno de ellos decía: “Fue aquí en donde perdió el control y embistió a aquel viejo.” Y otro contestaba: “No, es imposible, porque si aquel viejo hubiera estado aquí, no se habría roto las piernas. Que Dios lo proteja y se apiade de su alma: ahora está en el hospital, tal vez a punto de morir.” La discusión siguió largo rato. Mi hija se quedo allí durante una hora, luego tuvo que marcharse para ir a si trabajo. Al día siguiente, cuando Katia bajó de autobús, había un grupo más reducido, pero seguían siendo un centenar de personas las que continuaban discutiendo. Y la carta sigue así: cuando la gente habla de Atenas como la cuna de la democracia, medan ganas de vomitar. No es más que retorica y nadie comprende lo que en realidad pasa en Atenas o en Grecia. Pero los atenienses tienen una característica: la capacidad de comentar los sucesos, de criticarlos, de darles un significado y de extraer conclusiones que, por lo general, comenta Katia, son olvidadas inmediatamente. De repente, me di cuenta, continua Katia, de que aquellos hombres eran el coro de una tragedia griega, que actuaban exactamente del mismo modo.”


    Esa historia ocurrida en Grecia, me llevo a pensar que no es solo aquél lugar en donde se actué de esa manera, todos somos parte de la comunicación en cierta manera, emisores, receptores, canales, fuentes, etc. Aun teniendo de nuestro lado el artículo sexto y séptimo de la Constitución Mexicana y también señalado en el artículo 19º de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que es la libertad de expresión como derecho fundamental, claro que es el soporte de la democracia, pero ese derecho debe ser usado de forma correcta para que recoja buenos resultados y no solo sea paja comunicativa. De nada sirven comunicólogos y medias mediocres, ya que “los cínicos no sirven para este oficio”.

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  4. Rodrigo
    Afortunadamente con las nuevas tecnologías a los ciudadanos se les dota de un nuevo poder frente a este tipo de gobiernos pues sigue fluyendo la información. Existe ese flujo de información, hay una mayor apertura en los canales y con ello una mayor pluralidad de opiniones. Aunque no en todos los países sucede eso como en el caso de China, una Republica Socialista en la cual existe una fuerte represión a grupos de oposición y grupos religiosos. La represión es grande a pesar de las nuevas tecnologías y ta es el caso de la multinacional Google que se prepara de su salida de China y esto es porque el gobierno dice que se deben de cumplir las leyes de su país, que implica seguir censurando los resultados de búsqueda. El gobierno dice tener que preparar su propio sistema de censura.

    Si bien es cierto que la democracia permite una mayor libertad pero no en todas sus formas, pues resulta engañoso que porque siempre van a existir barreras que bloqueen la acción comunicativa. En el caso de México hasta cierto punto es un sistema democrático pero qué pasa cuando existen monopolios mediáticos (a favor de un gobierno corrupto e ineficaz) lo digo no sólo por los casi dos sexenios panistas. Ese poder mediático de dichos monopolios puede ser utilizado de dos formas la primera para darle legitimidad a los discursos y a la voz oficial del sistema político y la segunda ser un generador de mensajes y contribuir al debate político, generar una pluralidad de opiniones y con ello ser el portavoz de la opinión pública, yo me inclino por la primera pues los medios en México están lejos de cumplir su función social.

    México ¿realmente tenemos una democracia modernizada? O ¿sólo es una democracia aparente? Esas dos preguntas las dejo en el aire, a mi parecer creo que es sólo una simulación como muchas otras que se dan en el país. Aunque podrán decir que tenemos acceso a la información, que no se censura y que tenemos voz y voto como dicen las diferentes instituciones gubernamentales y lo legitimizan los medios pero al escucharse una sola voz por encima de todas se sigue estando en una democracia modernizada. Acaso no es sólo gozar de ciertos derechos que como individuos nos corresponden. Por otro lado, dudo que algún país por muy democrático que se diga ser haya caído en un exceso de democracia. No creo que un gobierno al ser rebasado por los medios masivos signifique un exceso de democracia creo que los medios y en el caso particular de los monopolios constituyen un poder fáctico que beneficia no al pueblo sino al gobierno, en gran parte por los favores prestados de los medios al poder político como sucedió con el presidente Felipe Calderón, ahora tiene que pagar lo que debe.

    Propuestas siempre se han hecho lo que no se hace es tomar las decisiones, ni se entra al debate político tomando en cuenta a los tres actores y es cierto nos hace falta un mayor conocimiento del acontecer político pues sin este conocimiento difícilmente se puede proponer algo. Sin el compromiso de todos los actores no se puede construir un proyecto de nación que beneficie a la sociedad en general, cada quién debe saber la parte que le corresponde.

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  5. Rodrigo Sánchez Hernández:

    Lamentablemente en nuestro país hemos crecido en un entorno corrupto, como una enfermedad que nos atañe a la gran mayoría, cuantos nos hemos cruzado un semáforo en luz roja, o sobornado a un policía vial por decir algunos síntomas.Nos escandalizamos por cuestines partidistas, pero por ejemplo: (este es solo un comentario que tiene lugar en el supuesto) Si Oscar obtubiera un lugar político considerable, el el que manejara millones de pesos, que tan honesto podría ser para gastar de manera correcta ese dinero, o si Rodrigo tubiese la oportunidad de manejar una campaña plítica y tubiera a su disposición 2 millones de pesos para generar la propaganda, ¿gastaría cada centavo en este rubro? "Hombres necios que acusaís al poder sin razón, sin ver que sois la ocasión de lo mismo que culpaís" Parafraseado.

    El problema no son los políticos, ni los sindicatos ni empresarios, el problema es que la sociedad ha adoptado la corrupcion como un estilo de vida, estan tan acostumbrados a ser fregados, que cuando tienen la oportinidad de fregar lo hacen. Y como dice Zarnet, esto es consecuencia de años de vicios políticos. En un libro de Ríus (el cual no recuerdo) comenta que el mexicano por cultura esta aostumbrado a ser autoritario en elgún sentido, por ejemplo los Aztecas, los cuales tenían un imperio basado en el pago de tributos de las demas culturas, chichimecas, que usaban la fuerza bruta para subsistir etc. Cuando llegan los españoles este mismo legado hace mella en nosotros, siendo casi esclavos de su imperio, despues de la revolución, México adopta este mismo sistema y es la razoón por la cual somos lo que somos.

    haciendo una reflexión, El hombre es microcosmo de la familia, la familia es microcosmo de la comunidad, la comunidad de la sociedad y la sociedad de los países.

    Si seguimos este sistema de comunicación, encontraremos que la razon y el problema en si no esta en lo general, sino en lo particular, el tríangulo de las bermudas no se encuentra en el cielo, (la clase política) sino en la misma sociedad, la cual permite de manera inscipiente que acontescan estos echos.

    En conclusion Partidos, empresas y sindicatos funcionarían mejor si adoptaramos una cultura mas sana.

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  6. Existe ese flujo de información, hay una mayor apertura en los canales y con ello una mayor pluralidad de opiniones. No creo que un gobierno al ser rebasado por los medios masivos signifique un exceso de democracia creo que los medios y en el caso particular de los monopolios constituyen un poder fáctico que beneficia no al pueblo sino al gobierno, en gran parte por los favores prestados de los medios al poder político como sucedió con el presidente Felipe Calderón, ahora tiene que pagar lo que debe.
    Mariana Valdés García

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